Precalienta el horno a 350 grados F (175 grados C). Forra las bandejas para hornear con papel pergamino.

Mezcla la maicena, la harina, el polvo de hornear y el bicarbonato; reserva.

Bate la mantequilla y el azúcar en un tazón grande con una batidora eléctrica hasta que esté suave y esponjosa. Añade 2 yemas de huevo, una a la vez, batiendo bien después de cada adición; añade la tercera yema junto con la ralladura de limón, el ron de vainilla, el extracto de vainilla y el extracto de limón.

Incorpora suavemente la mezcla de maicena con una cuchara para formar una masa desmenuzada. Envuelve la masa en plástico adherente y refrigera durante 30 a 60 minutos.

Extiende la masa hasta alcanzar un grosor de aproximadamente ¼ de pulgada. Corta la masa usando un cortador de galletas redondo pequeño. Coloca las galletas separadas ½ pulgada entre sí en las bandejas preparadas.

Hornea en el horno precalentado hasta que estén firmes pero sin dorarse, de 7 a 10 minutos. Transfiere inmediatamente las galletas a una rejilla para enfriar.