Usa un cuchillo afilado para marcar el lado del Brie alrededor, cortando directamente en el ecuador a través de la corteza. Enrolla una cuerda o hilo dental alrededor del Brie en el corte marcado. Haz un medio nudo con un extremo de la cuerda sobre el otro. Tira de los extremos de la cuerda en direcciones opuestas para cortar el Brie por la mitad.

Coloca las mitades de Brie, con el lado cortado hacia arriba, sobre una superficie plana. Extiende los arándanos sobre una mitad y las nueces en la otra, presionando suavemente dentro del queso. Rápidamente vuelve a juntar los dos lados con los arándanos encima de las nueces. Presiona para unir y vuelve a colocar cualquier arándano o nuez que se haya caído.

Extiende el hojaldre sobre una superficie enharinada hasta alcanzar un grosor de aproximadamente 1/8 de pulgada. Coloca el Brie en el centro del hojaldre. Levanta suavemente los bordes para asegurarte de que hay suficiente masa para envolver completamente el Brie. Recorta las esquinas si hay demasiada masa.

Mezcla el huevo y el agua en un tazón pequeño. Pinta la mezcla de huevo sobre la masa. Dobla un borde de la masa sobre el Brie y luego el lado opuesto. Dobla los bordes restantes para envolver completamente el Brie. Recorta el exceso de masa según sea necesario. Voltea el Brie para que la costura quede en la parte inferior; presiona suavemente los lados para ajustar la masa contra el Brie. Pinta la parte superior y los lados del Brie envuelto con la mezcla de huevo.

Corta piezas decorativas con la masa restante y colócalas sobre el Brie. Pinta ligeramente las piezas decorativas con la mezcla de huevo. Coloca el Brie en el congelador durante 1 hora.

Precalienta el horno a 425 grados F (220 grados C). Forra una bandeja para hornear con bordes con papel pergamino.