Mezcla las migas de galletas y la mantequilla derretida en un tazón hasta que estén bien combinadas; presiona uniformemente sobre el fondo de un molde desmontable de 9 pulgadas. Coloca algunas mitades de fresas alrededor del molde una al lado de la otra, con las puntas hacia arriba y el lado cortado contra el anillo del molde; reserva.

Coloca las chispas de chocolate en una licuadora. Vierte el agua y el jarabe de maíz en una cacerola pequeña. Lleva a ebullición y deja hervir a fuego lento durante 1 minuto. Vierte inmediatamente sobre las chispas de chocolate y mezcla hasta que quede suave. Vierte en un tazón para mezclar y deja enfriar a temperatura ambiente.

Mientras el chocolate se enfría, bate 1 ½ tazas de crema hasta formar picos firmes. Usa una espátula de goma o un batidor grande para incorporar 1/3 de la crema batida al chocolate enfriado para aligerarlo. Incorpora suavemente la crema restante hasta que la mousse esté bien mezclada.

Transfiere la mousse al molde preparado y alisa la parte superior. Las puntas de las fresas pueden sobresalir por encima de la mezcla de chocolate. Cubre con plástico y refrigera durante 4 a 24 horas.

Hasta 2 horas antes de servir, bate la crema restante de 1/2 taza en un tazón mediano hasta que se formen picos suaves. Agrega el azúcar y sigue batiendo hasta que se formen picos firmes.