Corta la carne en tiras muy finas y sazona con ½ cucharadita cada una de sal, pimienta y ajo en polvo.

Calienta 2 cucharaditas de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que esté muy caliente. Agrega la mitad de la carne en una sola capa y cocina, sin mover, durante 2 minutos. Voltea y cocina hasta que esté dorada por el otro lado, aproximadamente 1 minuto. Retira a un plato y repite con el aceite de oliva restante y la carne.

Llena una olla grande con agua y colócala sobre el fuego alto en otro quemador.

Derrite 2 cucharadas de mantequilla en la misma sartén a fuego medio. Agrega la cebolla y cocina hasta que comience a soltar sus jugos, aproximadamente 2 minutos. Agrega los champiñones y ½ cucharadita de sal; cocina, revolviendo a menudo, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados, de 2 a 4 minutos. Espolvorea con harina y cocina, revolviendo constantemente, durante 1 a 2 minutos. Incorpora la pasta de tomate y cocina durante 1 minuto.

Incorpora 2 tazas de caldo de res y mostaza y lleva a ebullición, raspando los trozos dorados del fondo de la sartén con una cuchara de madera. Añade más caldo si es necesario a medida que la salsa se espese. Incorpora la salsa Worcestershire y agrega la carne reservada y cualquier jugo. Reduce el fuego a bajo y deja cocinar a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, mientras cocinas la pasta.

Agrega los fideos y la cucharadita de sal restante al agua hirviendo. Hierve hasta que los fideos estén tiernos pero aún firmes al morder, de 7 a 9 minutos. Escurre los fideos y mezcla con la cucharada de mantequilla restante.

Añade la crema agria a la salsa, poco a poco, revolviendo rápidamente para incorporar. Prueba y ajusta la sal y la pimienta, si es necesario.