Coloque las yemas de huevo en una cacerola. Bata el azúcar hasta que esté bien mezclado y cremoso. Agregue la leche y la crema; bata hasta que se mezclen. Coloque la cacerola a fuego medio; bata con frecuencia hasta que la mezcla alcance una temperatura entre 170 y 180 grados F (75 a 80 grados C) usando un termómetro instantáneo. Retire del fuego. Añada la nuez moscada y el whisky.

Enfríe la cacerola en agua fría hasta que esté fresca. Transfiera la mezcla a un recipiente (una jarra grande es ideal). Cubra y refrigere hasta que esté completamente frío, de 2 a 3 horas.

Coloque las claras de huevo en un bol y bata hasta que se formen picos suaves. Agregue el azúcar y siga batiendo hasta que las claras de huevo mantengan un pico más firme. Bata las claras de huevo en la base de custard hasta que estén bien mezcladas. Refrigere hasta que esté frío, aproximadamente 30 minutos.