Precalienta el horno a 350°F (175°C).

Bate 2 huevos, harina, agua, sal y 1/2 cucharadita de aceite de oliva en un tazón para hacer una masa muy suave. Cubre con plástico y refrigera la masa durante 1 hora.

Mezcla pavo, queso ricotta, 1 huevo, 1/2 taza de queso Parmigiano-Reggiano, queso mozzarella, mejorana, hojuelas de chile rojo y 1/4 taza de perejil en un tazón hasta que esté bien combinado. Sazona con sal al gusto.

Coloca una sartén a fuego medio-alto y unta con aceite de oliva. Vierte 1/4 de taza de masa en la sartén, formando un crepe delgado. Cocina cada crepe hasta que esté ligeramente dorado, 1-2 minutos por lado. Repite para hacer 6 crepes.

Extiende 1/2 taza de salsa marinara en un molde para hornear de 9x12. Unta con una capa fina de aceite de oliva. Extiende 1/3 a 1/2 taza de relleno por el centro de cada crepe, enróllalo y colócalo en el molde. Repite con todos los crepes.

Extiende la salsa marinara restante sobre el tercio medio de los crepes. Espolvorea 1/3 de taza de queso Parmigiano-Reggiano y rocía con el aceite de oliva restante.