Mezcla los huevos, el agua, 2 tazas de harina y la sal en un tazón hasta que esté suave. Agrega gradualmente el resto de la harina. Divide la masa en 2 partes y refrigera durante 20 minutos.

Cocina el pollo molido en una sartén a fuego medio hasta que esté dorado; escurre.

Procesa el pollo, la espinaca y la cebolla en un procesador de alimentos. Combínalos con la mantequilla, el queso Asiago, la sal, el ajo en polvo, la nuez moscada y la pimienta.

Extiende cada parte de la masa hasta alcanzar un grosor de 1/8 de pulgada sobre una superficie enharinada. Corta en cuadrados de 2 pulgadas. Coloca 1 cucharadita de relleno en la mitad de los cuadrados, luego cubre con los cuadrados restantes y sella los bordes con un tenedor.

Hierve agua ligeramente salada y cocina los ravioles en tandas durante 8 minutos hasta que estén al dente. Escurre y enjuaga bajo agua fría.