Precalienta el horno a 350°F (175°C). Prepara algo de agua hirviendo.

Combina la crema y 5 cucharaditas de azúcar en una cacerola a fuego medio. Cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que aparezcan pequeñas burbujas alrededor de los bordes de la cacerola, aproximadamente de 5 a 6 minutos. Retira del fuego y deja reposar.

Bate las yemas de huevo y la vainilla en un tazón hasta que estén suaves y claras. Vierte gradualmente la mezcla de crema caliente en las yemas mientras bates continuamente. Cuela la mezcla a través de un colador fino en un tazón. Reparte uniformemente entre cuatro moldes de 3 onzas.

Coloca los moldes en una bandeja para hornear y ponlos en la rejilla del medio del horno precalentado. Vierte agua hirviendo en la bandeja para hornear hasta la mitad de los lados de los moldes. Cubre la bandeja suavemente con papel de aluminio.

Hornea hasta que el flan esté apenas cuajado y se mueva cuando lo agites suavemente, aproximadamente 25 minutos. Retira con cuidado del horno y deja enfriar a temperatura ambiente, aproximadamente 30 minutos. Refrigera durante 2 a 3 horas o toda la noche.