Precalienta el horno a 350°F (175°C).

Derrite el azúcar a fuego bajo en una sartén antiadherente hasta que se caramelice. Agita suavemente la sartén para mezclar, pero evita revolver. Vierte el azúcar derretido en un molde de vidrio de 3 cuartos para cubrir el fondo.

En un tazón grande, bate los huevos con una batidora eléctrica hasta que estén suaves. Agrega la leche condensada, la leche evaporada, la leche de coco, la leche entera y el extracto de vainilla. Mezcla durante 2 minutos hasta que esté bien combinado.

Vierte la mezcla de huevo sobre el azúcar caramelizada en el molde para hornear. Coloca el molde dentro de otro más grande lleno de 1 pulgada de agua. Hornea durante 1 hora hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio.

Retira del baño de agua y refrigera durante 4 horas o toda la noche hasta que esté completamente frío.