Mezcle la harina, la maicena, la sal y la pimienta blanca en un tazón grande. Agregue el huevo, el agua y 1 ½ cucharadas de aceite de canola. Revuelva para combinar y formar una masa pegajosa. Añada los trozos de pollo y revuelva para cubrir. Deje reposar el pollo en el refrigerador mientras calienta el aceite.

Vierta aceite de maní en una cacerola profunda aproximadamente 2 pulgadas de profundidad. Caliente el aceite a 375°F (190°C).

Para hacer la salsa: Caliente ½ cucharada de aceite de canola y 2 cucharaditas de aceite de sésamo en una sartén. Agregue el chile rojo triturado, el jengibre y el ajo. Cocine hasta que esté fragante (unos 30 segundos). Incorpore el azúcar moreno, el jugo de naranja, el vinagre y la salsa de soya. Lleve a ebullición, revolviendo a menudo.

Combine agua fría con maicena. Revuelva hasta disolver. Agregue al la salsa hirviendo y reduzca a fuego lento, revolviendo constantemente hasta que la salsa espese. Mantenga caliente mientras fríe el pollo.

Fría el pollo en lotes en aceite caliente (350°F/175°C) durante 5–6 minutos o hasta que esté dorado y crujiente. Escurra sobre una rejilla colocada sobre toallas de papel.