Rocíe un molde para hornear de 9x13 pulgadas con spray para cocinar.

Exprima las espinacas descongeladas entre varias capas de toallas de papel para eliminar la mayor cantidad posible de humedad. Transfiera las espinacas a un tazón mediano y mezcle con el queso ricotta, el huevo, la sal, la pimienta y el ajo en polvo hasta que estén bien combinados.

Vierta 1 taza de salsa marinara en el fondo del molde preparado. Coloque la mitad de los ravioles en una sola capa sobre la salsa. Vierta 1 taza de salsa sobre los ravioles, luego extienda la mezcla de ricotta sobre la salsa y cubra con 1/2 taza de queso mozzarella. Cubra con los ravioles restantes, la salsa restante y el queso mozzarella restante.

Cubra con papel pergamino y luego cúbralo herméticamente con papel aluminio. Congele por un máximo de un mes.

Cuando esté listo para cocinar, precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C).