Bate el agua fría, el huevo y la sal en un tazón mediano. Agrega la harina en 3 tandas, mezclando bien después de cada adición. Deja reposar a temperatura ambiente durante 15 minutos.

Calienta un wok a fuego alto. Retíralo del fuego y cubre finamente con 1 cucharada de aceite de maní. Vuelve a ponerlo al fuego y reduce la temperatura a bajo.

Vierte ¼ de la mezcla de huevo en el wok caliente para hacer un círculo de 8 pulgadas de diámetro. Gira rápidamente el wok para extender la mezcla en una capa uniforme. Cocina hasta que la parte inferior esté dorada y los bordes comiencen a enrollarse, de 45 a 60 segundos. Retira cuidadosamente del wok y coloca sobre una toalla de papel con el lado dorado hacia abajo.

Repite para hacer otro envoltorio. Frota el wok con la cucharada restante de aceite de maní, luego haz los dos envoltorios restantes usando el mismo método.