Coloca las costillas, 2 cebollas cortadas en gajos, 4 cucharadas de salsa de soja, estrellas de anís y pimienta negra en una olla grande. Añade agua y lleva a ebullición. Reduce el fuego a medio-bajo, cubre y cocina a fuego lento hasta que las costillas estén tiernas al pincharlas, aproximadamente 1 ¼ horas, revolviendo ocasionalmente.

Mientras tanto, calienta el aceite en una sartén mediana a fuego medio. Agrega 1 cebolla picada; cocina y revuelve hasta que la cebolla esté blanda. Incorpora la miel, el azúcar moreno, las 2 cucharadas restantes de salsa de soja, el jengibre, la salsa Worcestershire y el jugo de limón; cocina y mezcla hasta que esté bien integrado. Retira del fuego.

Precalienta el horno a 200°C.

Retira las costillas de la olla con unas pinzas; colócalas en una sola capa en una bandeja para hornear de 28x40 cm. Unta uniformemente con el glaseado de miel.