Combine 2 ¼ tazas más 1 cucharada de harina, jengibre, polvo de hornear, canela, bicarbonato de sodio, pimienta de Jamaica, nuez moscada y clavo en un tazón. Mezcle bien y reserve.

Combine el queso crema y la mantequilla en una batidora de pie. Bata a velocidad media-alta hasta que esté suave y cremoso. Agregue el azúcar blanco y moreno, la melaza, el extracto de vainilla, el extracto de almendra y la sal. Mezcle a velocidad media-alta hasta que esté suave. Agregue el huevo y la yema de huevo y mezcle nuevamente. Raspe los lados según sea necesario.

Agregue la mezcla seca poco a poco hasta que la masa esté bien mezclada, raspando los lados según sea necesario. La masa será muy suave. Cubra el bol con plástico y refrigere por al menos 2 horas, hasta toda la noche.

Precaliente el horno a 325°F (165°C). Forre las bandejas para hornear con una esterilla de silicona o papel pergamino.

Forme bolas del tamaño de una nuez con la masa fría. Reboce las bolas en azúcar en polvo hasta que estén bien cubiertas. Colóquelas en las bandejas preparadas dejando entre 1½ y 2 pulgadas de espacio entre ellas.