Precalienta el horno a 400°F (200°C). Pincha las papas varias veces para crear agujeros por donde pueda escapar el vapor.

Hornea en el horno precalentado hasta que estén suaves, aproximadamente 30 minutos. Retira y deja enfriar a temperatura ambiente.

Cuando se hayan enfriado, saca la pulpa de las papas y machácala bien, eliminando los grumos. Mézclala con la harina, el queso parmesano, el queso ricotta y el huevo. Amasa hasta que esté suave. Cubre y deja reposar durante 30 minutos.

Divide la masa en bolas del tamaño de una pelota de béisbol. En una superficie enharinada, enrolla cada bola en cuerdas tan gruesas como una moneda de cinco centavos, luego córtalas en secciones de 1 pulgada. Pasa los dientes de un tenedor sobre cada pieza para crear hoyuelos.

Para la salsa: derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio. Añade la panceta y cocina hasta que esté dorada, 4-5 minutos. Retira la panceta y resérvala.

Agrega el chalote picado a los jugos de la sartén y cocina hasta que esté fragante, 2 minutos. Añade el ajo y las hojuelas de pimiento rojo, cocinando hasta que estén fragantes, 30-40 segundos.

Deglacia la sartén con vodka, raspando los trozos dorados con una cuchara de madera. Deja que el líquido se reduzca a la mitad.

Añade los tomates, el queso parmesano y la pasta de tomate. Cocina durante 7-8 minutos, luego tritura con una licuadora de mano hasta que esté suave.

Vuelve a poner la olla a fuego medio. Añade ¼ de taza de albahaca y la panceta cocida. Cuece a fuego lento durante 15 minutos, luego incorpora la crema. Sazona con sal y pimienta. Cocina 4-5 minutos más.

Lleva a ebullición una olla grande de agua con sal. Cocina los ñoquis hasta que floten hacia la parte superior, unos 5-6 minutos. Escurre y sirve en platos.