Precalienta el horno a 400 grados F (200 grados C). Forra una bandeja para hornear con papel pergamino.

Corta la calabaza bellota en cuartos, quita las semillas, unta con aceite de oliva y coloca en la bandeja preparada.

Asa la calabaza en el horno precalentado hasta que esté tierna, de 35 a 40 minutos.

Retira la calabaza del horno y raspa la pulpa de las pieles en un tazón profundo. Desecha las pieles. Añade mantequilla, salvia y sal. Usando una batidora de inmersión, tritura la calabaza.

Lleva una olla con agua salada a ebullición. Agrega los ñoquis y cocina hasta que floten, de 2 a 3 minutos.

Usando una espumadera, retira los ñoquis del agua y colócalos directamente en el puré de calabaza. Añade 1 o 2 cucharones del agua de cocción caliente. Mezcla suavemente.