Combine el polvo de harissa y 1 cucharadita de líquido de garbanzo en un tazón. Bata hasta formar una pasta suave, agregando más líquido según sea necesario. Reserve.

Reserve aproximadamente 1/2 taza de garbanzos enteros para decorar. Agregue los garbanzos restantes al tazón de un procesador de alimentos. Agregue 1/3 de taza de aceite de oliva, tahini, 1 cucharada de jugo de limón y ajo; mezcle hasta que quede suave. Mezcle la pasta de harissa reservada y más líquido de garbanzo si es necesario, para mantener una consistencia cremosa. Pruebe y ajuste las cantidades de aceite de oliva y jugo de limón hasta que el sabor sea suave y con un toque de nuez, sin que ningún elemento predomine.