Mezcla la mostaza y la miel en un tazón pequeño y reserva. Mientras tanto, lleva una olla grande con agua salada a ebullición. Cocina la pasta hasta que esté tierna pero aún con un poco de mordida, aproximadamente 9 minutos, o según las instrucciones del paquete. Reserva 1/2 taza del agua de la pasta, escurre y reserva.

Mientras se cocina la pasta, calienta una sartén profunda grande a fuego medio. Agrega el tocino y cocina hasta que esté crujiente, unos 5 minutos. Retira el tocino de la sartén y colócalo en un plato forrado con toallas de papel; reserva el jugo de la sartén.

Agrega el pollo a la sartén caliente; cocina hasta que esté dorado por todos lados (el pollo no estará completamente cocido en este punto). Retira el pollo de la sartén y mantenlo caliente. Agrega las partes verdes claras de los cebollines a la sartén y cocina hasta que estén tiernos, de 1 a 2 minutos. Incorpora la mezcla de miel mostaza y la crema espesa.

Devuelve el pollo a la sartén y agrega la sal y la pimienta. Lleva a ebullición suave y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa haya espesado ligeramente y el pollo ya no esté rosado en el centro. Agrega la pasta y el agua reservada de la pasta a la sartén y cocina hasta que esté bien caliente.