Precalienta el horno a 350°F (175°C). Engrasa una sartén redonda de hierro fundido de 9 pulgadas o un molde para hornear.

Combina la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, la sal, las pasas y las semillas de alcaravea en un tazón grande. Reserva 1 cucharada de harina para usarla más tarde.

Mezcla los huevos, el suero de mantequilla y la crema agria en un tazón pequeño. Incorpora a la mezcla de harina hasta que esté apenas humedecida. Amasa la masa en el tazón durante 10 a 12 golpes; será pegajosa.

Coloca la masa pegajosa en la sartén o molde preparado y aplástala. Corta una ranura de 4 pulgadas de largo y ¾ de pulgada de profundidad en la parte superior de la masa. Espolvorea con la harina reservada.