Mezcla el yogur, ajo, jengibre, cilantro, comino, cayena, pimentón y cúrcuma en un tazón hasta que esté bien combinado.

Coloca el cordero en una sartén antiadherente; agrega las cebollas y cocina a fuego medio hasta que las cebollas empiecen a chisporrotear.

Incorpora la mezcla de yogur; reduce el fuego a bajo, tapa y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que el cordero haya liberado todos sus jugos naturales, aproximadamente 30 minutos.

Destapa, aumenta el fuego a medio y cocina, revolviendo frecuentemente, hasta que la salsa se haya reducido a una consistencia similar a la pasta, aproximadamente 5 minutos.

Incorpora la pasta de tomate, sal y 1 cucharada de mantequilla. Reduce el fuego a bajo; cocina y revuelve durante 3 a 4 minutos. Agrega el agua hirviendo, tapa y deja cocer a fuego lento durante 15 minutos.

Derrite la cucharada restante de mantequilla a fuego lento. Añade las hojas de laurel, cardamomo, canela y clavos; déjalos chisporrotear durante 30 segundos.

Incorpora la nuez moscada y vierte la salsa sobre el cordero; mezcla bien, cubre y cocina durante 10 minutos.