Precalienta el horno a 375°F (190°C). Coloca una rejilla en el centro del horno, aproximadamente a 10 pulgadas de la fuente de calor.

Lleva a ebullición una olla grande con agua salada. Agrega las conchas y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén casi tiernas, unos 7 minutos. Escurre la pasta en un colador. Devuélvela a la olla y mezcla con 1 cucharada de aceite.

Calienta las 3 cucharadas restantes de aceite en una olla holandesa grande a fuego medio-alto. Agrega el sirloin y la salchicha y cocina sin revolver hasta que el fondo esté ligeramente dorado, unos 6 minutos. Revuelve y sigue desmenuzando la carne hasta que esté completamente cocida, unos 4 minutos más.

Reduce el fuego a medio. Añade la cebolla y el ajo, y cocina, revolviendo a menudo, hasta que se ablanden, unos 4 minutos.

Incorpora la salsa marinara, la albahaca y el chile rojo triturado. Retira la salsa de carne del fuego.

Mezcla el ricotta, el Parmigiano-Reggiano, la crema y la sal en un tazón.

Para armar: Extiende 2 tazas de salsa sobre el fondo de un molde para hornear de 13 x 9 pulgadas. Coloca la mitad de la pasta sobre la salsa, pon encima la mitad de la mezcla de ricotta y espolvorea con 1 taza de queso mozzarella. Añade la pasta restante, la salsa y el ricotta, y cubre con el queso mozzarella restante.

Cubre la lasaña con una gran hoja de papel aluminio rociada para evitar que se pegue. Hornea en el horno precalentado durante 30 minutos.