Llena una olla grande con agua ligeramente salada. Lleva a ebullición, agrega las láminas de lasaña de 3 a 4 a la vez y cocina durante unos 10 minutos hasta que estén firmes al morder. Escurre y coloca en una superficie plana sobre papel encerado o papel aluminio.

Precalienta el horno a 350°F (175°C). Engrasa un molde para hornear de 9x11 pulgadas.

Coloca las papas en una olla grande, cúbre con agua y lleva a ebullición a fuego alto. Reduce el fuego, tapa y deja hervir a fuego lento hasta que estén tiernas (unos 20 minutos). Machaca las papas con leche, mantequilla, sal de cebolla, sal y pimienta. Incorpora el queso cheddar y reserva para que se enfríe.

En una sartén grande, cocina el tocino a fuego medio-alto durante unos 10 minutos hasta que esté crujiente. Agrega la cebolla picada a la grasa del tocino y cocina durante 8 minutos hasta que esté translúcida. Rompe el tocino en pedazos y resérvalo junto con la cebolla.

En un tazón, mezcla el requesón, el huevo y la sal de cebolla.

Coloca 3 láminas de lasaña en el molde preparado y extiende uniformemente la mezcla de requesón. Repite con más láminas y la mezcla de papa. Añade la última capa de láminas cubierta con la mezcla de tocino y cebolla.