Precalienta el horno a 325 grados F (165 grados C). Engrasa ligeramente un molde desmontable de 9 pulgadas, cubre el fondo con papel pergamino y luego engrasa ligeramente el pergamino. Coloca el molde sobre una bandeja de horno.

Tamiza juntos la harina, el polvo de hornear y el bicarbonato. Reserva.

Bate los huevos, el azúcar y la sal en un tazón grande a velocidad media-alta durante 1 minuto. Con la batidora funcionando a baja velocidad, vierte el aceite de oliva en un chorro constante y bate hasta que esté completamente incorporado. Agrega el yogur, la ralladura de limón, el jugo de limón, la vainilla y el extracto de almendra y bate hasta que esté bien combinado.

Agrega la mezcla de harina y mezcla hasta que esté apenas incorporada. Vierte la masa en el molde preparado.

Hornea en el horno precalentado hasta que la parte superior del pastel recupere su forma cuando se toque ligeramente, de 65 a 75 minutos. Deja enfriar el pastel en el molde durante 10 minutos, luego suelta los lados del molde y retíralo a una rejilla para que se enfríe completamente.