Precalienta el horno a 300°F (150°C). Tamiza la harina, el bicarbonato y la sal en un tazón.

En un tazón grande, bate la mantequilla sin sal, la mantequilla de maní cremosa y la mantequilla de maní crujiente hasta que estén suaves. Añade la clara de huevo y el azúcar blanca, luego mezcla hasta que esté suave. Agrega el huevo entero y el azúcar morena, y mezcla bien. Incorpora gradualmente los ingredientes secos hasta que se forme una masa.

Forma la masa en bolas de 1 1/4 pulgadas y colócalas separadas por 2 pulgadas en bandejas para hornear sin engrasar. Usa un tenedor para crear un patrón de cuadrícula en cada galleta. Congela la masa durante 5 a 8 minutos hasta que esté firme.