Lleva a ebullición una olla grande con agua ligeramente salada. Cocina el linguine según las instrucciones del paquete hasta que esté tierno pero firme al morder. Reserva el agua de cocción.

Coloca la carne de mejillones en un colador de malla fina y enjuaga bien con agua fría.

Derrite 1 cucharadita de mantequilla en una sartén mediana a fuego medio-bajo. Agrega los mejillones y cocina hasta que se descongelen, aproximadamente 3 minutos. Retira a un bol y reserva.

Seca la sartén con toallas de papel. Derrite las 3 cucharaditas restantes de mantequilla. Corta los champiñones grandes en trozos más pequeños. Agrégales a la sartén y sazona con pimienta. Cocina hasta que estén suaves, de 3 a 5 minutos. Agrega el ajo y cocina hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto.

Agrega el vino y las hojuelas de pimienta roja a la sartén. Cocina hasta que el vino se reduzca a la mitad, de 2 a 3 minutos.

Agrega la nata y los mejillones. Calienta hasta que estén calientes, de 1 a 2 minutos.