Precalienta el horno a 400 grados F (200 grados C), y cubre una bandeja para hornear con papel pergamino.

Coloca los ramilletes de coliflor en la bandeja preparada, rocía bien con spray de aceite de oliva, sazona con sal y pimienta, y mezcla. Asa hasta que el coliflor comience a ablandarse, pero aún esté crujiente, de 17 a 20 minutos. Deja reposar durante 8 a 10 minutos para enfriar.

Mientras tanto, agrega miel, ajo, salsa hoisin, Sriracha, polvo de jengibre y polvo de cebolla en una cacerola, revolviendo hasta llegar a una ebullición suave. Mezcla agua y maicena en un tazón pequeño, añade a la cacerola, revolviendo constantemente. Cocina hasta que la salsa comience a espesarse, aproximadamente 2 a 3 minutos. Ajusta la consistencia a tu preferencia, pero ten en cuenta que se espesará un poco más al enfriarse. Deja reposar durante 5 minutos.