Mezcla la sal, la pimienta negra, la pimienta blanca, la cayena y el ajo en polvo en un tazón pequeño. Reserva la mezcla de especias.

Revuelve el vinagre y la mostaza Dijon en un tazón pequeño.

Coloca las costillas en una bandeja para hornear forrada con papel aluminio. Voltea las costillas para que la parte de la carne esté hacia abajo. Usa la punta de un cuchillo pequeño y afilado para hacer cortes superficiales cada pocos centímetros a través de la membrana que cubre las costillas. Clava el cuchillo 3 o 4 veces entre cada hueso, aproximadamente a 1/4 de pulgada de profundidad.

Unta aproximadamente la mitad de la mezcla de mostaza sobre las costillas. Espolvorea aproximadamente el 40% de la mezcla de especias. Gira el costillar y unta el resto de la mezcla de mostaza y vinagre. Espolvorea el resto de las especias, reservando 1 o 2 cucharaditas para condimentar más tarde si es necesario.

Refrigera las costillas, sin tapar, durante 4 a 12 horas antes de hornear.

Precalienta el horno a 300°F (150°C). Retira las costillas del refrigerador.

Cocina las costillas en el centro del horno precalentado durante 1.5 horas. Retíralas del horno y baña con los jugos de la bandeja. Continúa cocinando hasta que estén muy tiernas, durante aproximadamente otras 1.5 horas.