Precalienta el horno a 400°F (200°C). Forra una bandeja para hornear con papel pergamino.

Extiende la masa de pizza sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un rectángulo de 30x45 cm. Unta toda la superficie de la masa con la mitad del huevo batido.

Coloca cucharadas redondeadas de queso ricotta en un patrón de tablero de ajedrez, espaciadas 4 cm entre sí, a lo largo de la masa empezando a 7,5 cm del borde superior.

Añade cucharadas redondeadas de salchicha en los espacios entre los montoncitos de ricotta para alternar los patrones.

Sazona uniformemente con pimienta negra, copos de chile rojo y sal. Espolvorea las cebollas verdes y ralla queso pecorino Romano por encima.

Enrolla la masa desde abajo hacia arriba, sellando el borde donde se superpone la masa lisa. Asegúrate de que la costura esté en la parte inferior.

Corta el rollo en 12 porciones iguales, colocando cada pieza con el corte hacia arriba en la bandeja preparada. Unta la parte superior con el huevo restante y ralla más queso pecorino Romano por encima.