Revuelve la leche y la masa madre en un tazón grande hasta que estén mayormente suaves. Incorpora la harina. Cubre el tazón y déjalo fermentar a temperatura ambiente durante 8 horas o toda la noche.

Añade el azúcar, el bicarbonato de sodio y la sal al prefermento, revolviendo lo suficiente para incorporar. Voltea la masa sobre una superficie enharinada ligeramente. Amasa durante 4 a 5 minutos, añadiendo tanta de la ½ taza de harina como sea necesaria para hacer la masa manejable.

Usa un rodillo para aplanar la masa hasta obtener un grosor uniforme de ½ pulgada. Corta en círculos de 4 pulgadas usando una lata de atún limpia o un cortador de galletas; mantén los bordes bien enharinados para evitar que se peguen.

Espolvorea una capa fina de sémola de maíz sobre una hoja de papel encerado. Coloca los recortes sobre la sémola. Espolvorea una capa fina sobre la masa. Deja reposar durante 45 minutos.