Mezcla todos los ingredientes en un tazón grande a velocidad media hasta que estén bien combinados. Refrigera la masa durante aproximadamente una hora.

Precalienta el horno a 375°F (190°C). Usa una parte de la masa a la vez, manteniendo el resto refrigerado.

Usa una prensa de galletas equipada con una punta de placa de barra, y presiona la masa en tiras largas separadas aproximadamente una pulgada a lo largo de las bandejas para galletas.

Corta cada tira en pedazos de 2 ½ pulgadas usando un cuchillo afilado. Deja los pedazos en su lugar.

Hornea durante 8 minutos o hasta que estén ligeramente dorados, teniendo cuidado de no hornear demasiado.

Retira del horno y corta nuevamente entre las galletas para separar cualquier pieza unida.